El aceite de oliva es una pieza indispensable en la cocina mediterránea. Su creciente popularidad se debe a que es recomendado por nutricionistas porque se ha comprobado que previene el cáncer, favorece el funcionamiento del sistema cardiovascular y la absorción del calcio. Igualmente, es rico en vitaminas A, D, E y K.
De este producto se identifican varios tipos:
-Aceite de oliva: Es producto de la combinación del aceite de oliva virgen y el aceite de oliva refinado, el cual es de mala calidad y ha sido objeto de un proceso de depuración.
-Aceite de orujo de oliva: Es la combinación del aceite de oliva virgen y refinado con los restos de las aceitunos de las cuales se obtuvo el aceite de oliva.
-Aceite de oliva virgen: Es aquel que no ha sufrido cambios o alteraciones químicas.
-Aceite de oliva extra virgen: Es considerado como el de máxima calidad, se realiza con aceitunas seleccionadas en óptimo estado, tanto olor y sabor. Se consideran tres subgrupos: El aceite de oliva monovarietal, el cual como su nombre lo sugiere, se obtiene de una sola variedad de aceituna; el coupage, que se produce de distintas variedades y el de denominación de origen (D.O.), creado a partir de aceitunas correspondientes a una región geográfica determinada, donde se lo elabora y embotella.
Fuentes:
Revista dominical Claro
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