Las píldoras anticonceptivas femeninas combinadas contienen estrógenos, hormonas responsables del desarrollo de los caracteres sexuales secundarios en la mujer. Si un hombre consume una de estas patillas, lo más que puede notar es un ataque de náuseas. Ahora bien, si lo hiciera de forma regular, sería víctima de un afeminamiento gradual. Notaría como su cuerpo pierde masa musclar y la grasa emigra a los muslos, antebrazos, caderas y nalgas. Además, tendría problemas de erección; el pene, los testículos y la próstata se atrofiarían y le crecerían los pechos. Todo esto iría acompañado de frecuentes alteraciones del ánimo. Además, el consumo de estrógenos puede aumentar el riesgo de cuagulación de la sangre y disminuir la sensibilidad a la insulina. Lo único positivo es que frena la alopecia y mejora los problemas de acné. Revista Muy Interesante. Imagen (Autor:Knutux)
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