Resulta claro que no todas las personas de una determinada población tienen exactamente los mismos rasgos, siempre hay diversidad: de estaturas, rasgos faciales, color de piel, ojos, entre otros. No obstante, pueden relacionarse algunos rasgos con las personas que viven en un lugar porque se observa que existe una clara abundancia de éstos, con respecto a otros. Esa predominancia se basa en la genética y en la adaptación al entorno donde se habita. Entonces según la antropología: Los europeos por ejemplo, tienen una nariz larga (o respingada) porque cuando los primeros pobladores de Europa migraron hacia zonas más frías, surgió la necesidad de elevar el aire frío y húmedo a la temperatura corporal antes de que alcanzara los pulmones. Entonces, la adaptación de narices más largas (y delgadas) resulta ventajosa porque al ser el orificio nasal más estrecho, las miles de venas capilares calentarían el aire más fácilmente. Por su parte, Las narices chatas y anchas están adaptadas par
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